Hace unos meses el presidente de Baetica Nostra, Francisco Navarro, hizo llegar al presidente del Gobierno su indignación ante los recortes sociales llevados a cabo para reducir el déficit en 9,4 puntos y una lista de medidas que podrían utilizarse en su lugar. Unas ideas, por cierto, muy ligadas a las planteadas por el conocido como Movimiento 15-M o los «indignados». Reproducimos aquí esas ideas y esperamos que tanto el gobierno actual como el que salga de las elecciones del 20-N no sea ajeno a ellas, ya que son muchos los colectivos sociales que insisten en su cumplimiento.
La reducción del número de senadores o incluso la eliminación del Senado, cámara inútil según los grandes teóricos del derecho internacional, que supondría un ahorro de 3.500 millones de euros al año.
La eliminación de la pensión vitalicia de diputados, senadores y otros “padres de la patria”.
La revisión de los sueldos de alcaldes y concejales de toda España, quienes se adjudican la cantidad que les place, para igualarlos.
Un cambio en la ley para que, además de cárcel, a los cargos políticos juzgados por corrupción se les obligue a devolver lo robado.
La limitación del número de coches oficiales a aquellos casos en los que por seguridad así se requiera (hay más coches oficiales en España que en EEUU).
Anular las tarjetas de crédito oficiales y despedir a todos aquellos “cargos de confianza” innecesarios y cuyas labores pueden desempeñarlas los funcionarios.
Reducir progresivamente el número de diplomáticos (cuyo gasto en España es superior al de Alemania o Francia).
Rebajar en un 30% las partidas de los Presupuestos Generales destinados a sindicatos, partidos políticos, fundaciones opacas y varios.
De aplicarse todas estas medidas, se ahorrarían más de 45.000 millones de euros y no haría falta tocar las pensiones, ni los sueldos de los funcionarios, ni subir el IVA ni recortar 6.000 millones de euros en inversión pública.